La tipografía (del griego típos, golpe o huella, y gráf, escribir) es arte y técnica con un propósito específico: “el de colocar las letras y repartir el espacio para brindar al lector la máxima ayuda para la comprensión del texto verbalmente escrito”, según el tipógrafo Stanley Morison.

Un espacio cultural, “El Tipográfico” en San Cristóbal, emerge desde la historia para construir un texto colectivo “a golpe y huella” que ayude a comprender, mediante el arte, no solamente quienes fuimos, sino quienes vamos siendo.

En el mismo lugar geográfico, cuando Justo José De Urquiza gobernaba en Argentina, nacía, en 1857, la Sociedad Tipográfica Bonaerense, primera organización de resistencia gremial, social y cultural del país. Dos décadas después la llamada Unión Tipográfica Bonaerense, sería la autora de la primera medida de fuerza del movimiento obrero.

Cuenta la historia, que en el año 1878, una imprenta quiso rebajar los salarios de su personal, cuando, otras empresas replicaron este accionar, fueron más de mil, los trabajadores que unidos en una asamblea, se pronunciaron por la huelga.

Diarios como La Prensa y El Nacional, intentaron contratar tipógrafos en el Uruguay, ofreciendo elevados sueldos, pero éstos se negaron, en solidaridad a sus compañeros argentinos. La huelga fue ganada y las patronales aceptaron volver a los sueldos originales y reducir la jornada laboral a 10 horas en invierno y 12 en verano.

 

Palabras y espacio. Arte e historia. Historia del arte y de la lucha

Las Palabras (letras colocadas en espacios) unidas en sentido y coherencia responden al propósito para el cual fue mirado este antiguo edificio de la calle San Juan, en el barrio de San Cristóbal.
Brindarse y ayudar a comprender una historia que sigue viva y resiste.

Solamente la solidaridad puede hacer posible que, sin más recompensa que el bien común, un grupo de vecinos, afiliados a la mutual, gráficos de oficio e integrantes de la Iglesia Centro Cristiano Nueva Vida (CCNV) del barrio de Parque Patricios, pusieran en marcha este engranaje de restauración y rescate para el nacimiento de un espacio cultural.

La gente del CCNV sabe de creaciones, rescates, y restauraciones. Su paso por la Galería Güemes, y el teatro Tabarís en el centro de la Ciudad dejó una huella de mejoras y creatividad. El mítico Auditorio Kraft , en la calle Florida 681, pasó de ser una ruina, para transformarse en un bello teatro donde su historia luce como nunca antes. En el Espacio Cultural Nuestros Hijos, ex ESMA, construyeron íntegramente y donaron la Sala cinematográfica “Ernesto Che Guevara”

El CCNV tiene, por balance y memoria, 33 años de poner el cuerpo y el corazón en todos los rincones posibles de la sociedad: Programas integrales de asistencia a personas que viven en la calle como el llamado “Sopa de Letras”; hogares de niños, planes de alfabetización, talleres de distintas disciplinas en cárceles, geriátricos, hospitales psiquiátricos y de oncología.

De su seno salió la organización RockAndVida, inicialmente creada por y para jóvenes, que se extendió en edades y en geografías para abarcar todo el país con prevención, asesoramiento y contención en VIH Sida, e infecciones de transmisiòn sexual. Poseen Centros de Testeos y asesoramiento abiertos a la comunidad. en la Ciudades de Buenos AIres y Mendoza

No hay situación o emergencia social donde estén al margen: Cromagnon, incendios, inundaciones, violencia institucional, abuso de poder, desapariciones. Cuando las cámaras se retiran y el tema ya pierde interés mediático, ellos y ellas permanecen, porque tienen la costumbre de rechazar lo inexorable.

Se auto sostienen y contra toda ley de mercado levantan la bandera de los sueños dignos de ser vividos. Por eso dicen que “apoyan y sostendrán al Tipográfico”

Se proyectan muchas fiestas en este Centro cultural, para todos los sentidos. Exposiciones de cuadros, fotogalerías, ciclos de Cine, obras de teatro, conciertos. Es, además un espacio, donde el café, tiene un lugar de privilegio, con distintas variedades en sabores, procedencias, y modo de preparación. La cultura culinaria ofrece un menú realizado por especialistas con conocimiento y pasión por la cocina

Desde la creación de aquella Sociedad Tipográfica bonaerense, pasaron momentos de victoria y largos periodos de oscuridad. El Tipográfico, nace hoy para brillar y, se levanta, paradójicamente, en el sur, para ser un espacio abierto a todas las expresiones culturales.
Se hace en forma colectiva y a pulmón porque la solidaridad, la cultura y la fe, no son gestos, son resistencia.

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